OSTEOPATÍA EN RECIÉN NACIDOS

¿Debo tratar con Osteopatía a mi hijo recién nacido?

La respuesta es sí y siempre sí. Aún en el caso de que el parto haya sido natural, rápido y maravilloso es importante hacer una revisión con el Osteópata especializado en pediatría en las primeras semanas de vida del bebé.
Esto será de mayor importancia si el parto ha sido con ayudas técnicas como pueden ser los fórceps, espátulas y ventosas, o a través de cesárea.

¿Dónde radica la importancia?

El nacimiento es el primer acto traumático al que nos vemos sometidos. Esto se traduce en acabalgamientos craneales, tensiones membranosas y otras posibles lesiones con sus consecuentes repercusiones a distintos niveles del organismo.

Desde el final de la gestación, el espacio del que dispone el bebé es cada vez más reducido y, se ve sometido a presiones contra las costillas y la pelvis materna. Además, durante los pujos la cabeza del bebé es comprimida contra los huesos de la pelvis.

En el expulsivo el bebé tiene que pasar por el canal del parto. Éste, formado por la pelvis y los músculos pélvicos de la madre, es muy estrecho y se ve sometido a fuertes compresiones durante los pujos. Primero tendrá que salir la cabeza y después los hombros.

La cabeza del bebé es muy grande en comparación con el diámetro del canal del parto, por lo que los huesos craneales se ven obligados a “montarse” o acabalgarse unos encima de otros para permitir la salida del cráneo. De forma natural, los huesos craneales tienden a volver a su posición natural, pero en la mayoría de las ocasiones no ocurre por completo o queda algún registro de este traumatismo en las membranas craneales y otras estructuras.

Por si no hubiera sido suficiente, tienen que salir los hombros traccionando de la cabeza. En este gesto se puede lesionar el plexo braquial (se traducirá en una parálisis del miembro superior ya sea total o parcial, temporal o permanente), romper algunas fibras musculares del ECOM (se traducirá en tortícolis) y/o fracturar la clavícula.


Hay ocasiones en las que es necesario usar alguna ayuda técnica para facilitar la progresión del parto.


Como vemos, el apoyo y la tracción se realiza directamente sobre los huesos craneales. Esto aumenta los acabalgamientos, presiones, tensiones y asimetrías craneales con sus consecuentes repercusiones que explicaré más adelante.

Si se produjera una cesárea, no pensemos que el bebé sufre menos. Tal vez esté sometido a menores fuerzas de compresión, aunque esto dependerá del tiempo que haya pasado desde que empezaron las primeras contracciones hasta que se decidió realizar la cesárea. Sin embrago, durante la cesárea, el bebé es empujado fuertemente para que la cabeza salga por la incisión y se suelen usar los fórceps para sacarla.

Como vemos, aún en el parto más idílico el bebé sufre.

¿Cuáles son las posibles repercusiones?

Los acabalgamientos craneales y las tensiones membranosas ponen en compromiso distintas estructuras y su movilidad (nervios, arterias, venas, fascias, músculos…) alterando el correcto desarrollo y funcionamiento de otros sistemas corporales ya sea a corto plazo o a la larga en el tiempo. Por ejemplo, algunas de las consecuencias que podemos encontrar son:

  • Trastornos digestivos e intestinales: cólico, reflujo gastroesofágico, estreñimiento, diarrea.
  • Problemas de succión o deglución.
  • Trastornos del sueño, irritabilidad.
  • Bronquiolitis, otitis, sinusitis, asma, alergias.
  • Falta de simetría craneal, tortícolis congénito, escoliosis.

¿Cómo actúa la Osteopatía?

En Fissalud, como especialistas en Osteopatía Infantil, realizamos una historia clínica y una valoración manual exhaustiva para determinar las estructuras comprometidas responsables de que el funcionamiento no sea el adecuado.

Una vez detectadas, a través de técnicas manuales muy sutiles les devolveremos la movilidad, motilidad y motricidad idóneas para que el funcionamiento de todos los sistemas y del organismo en su globalidad sea el correcto.


La Osteopatía no tiene efectos secundarios, es totalmente indolora y compatible con la medicina convencional. No sólo es curativa; también detecta desajustes que mantenidos en el tiempo derivarían en otras alteraciones.


María Luis Fernández Fernández
Fisioterapeuta y osteópata
Colegiada 8037

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