La postura correcta

Es aquella que nos mantiene en una posición erecta y nos permite movernos con la mínima tensión, la máxima eficacia y el menor gasto de energía posible. Todo ello se produce por un mecanismo en el que participan los captores posturales y el Sistema Nervioso Central (SNC).

El mecanismo postural

El organismo cuenta con unos sistemas llamados captores posturales (ojos, pies, articulación temporomandibular y oído interno) que se encargan de recoger la información exterior e interior, es decir, del medio en el que nos movemos, de la ubicación espacial de las estructuras de nuestro cuerpo y del estado de los propios captores durante el movimiento.

Estos captores mandan la información al SNC, que se encarga de adaptar nuestro organismo a través de la modificación de la postura para garantizar el movimiento de la forma más eficiente posible.

La postura de cada individuo es el resultado de las adaptaciones que tiene que realizar su cuerpo en función de las informaciones que le proporcionen los captores posturales. En una postura correcta existe un equilibrio y una armonía entre todas las estructuras del cuerpo, sin embargo, cuando hay trastornos posturales empezarán a producirse limitaciones, contracturas, dolores, aumento del gasto energético y agotamiento.

Los captores posturales

El organismo cuenta con cuatro captores posturales principales:

  • Captor visual (los ojos): el principal objetivo de la estática corporal es mantener la mirada horizontal. En el caso de que existan alteraciones visuales se producirá inmediatamente una adaptación cráneo-cervico-escapular y secundariamente una adaptación global de la postura para mantener la mirada en la horizontal.
  • Captor podal (los pies): informan de la posición en relación al suelo y a nuestro entorno. En función de la información recibida en los centros superiores, la respuesta motora modificará el tono de los músculos antigravitatorios y provocará una variación en la postura del individuo.
  • Captor mandibular (ATM): es el enlace entre las cadenas fasciales anteriores y posteriores. Su modificación suele ser secundaria a una lesión primaria ascendente (del pie) o descendente (del ojo o del oído interno). Pero también puede ser una disfunción primaria por la alteración de sus receptores (sobre todo a nivel del ligamento periodontal) o de la propia articulación temporomandibular. Ya sea por un motivo u otro, se producirá un desequilibrio de la postura global.
  • Captor vestibular (oído interno): Tiene dos entradas:
    . La otolítica: los otolitos son unas pequeñas piedrecitas que se encuentran en el utrículo y en el sáculo, y que captan las variaciones de la gravedad y la aceleración lineal.
    . La semicircular: es un conjunto de canales situados perpendicularmente en los tres planos del espacio, y captan la información de aceleración angular (rotación de la cabeza).

Cualquier alteración que se produzca en el exterior será detectada por los captores posturales, que enviarán la información al SNC para que éste adapte la postura corporal a la nueva situación. Del mismo modo, cualquier cambio que se produzca en los captores (un esguince, un traumatismo en el pie o en el cráneo, alteraciones de los músculos oculares, tratamientos odontológicos, extracciones difíciles, implantes dentales…), así como disfunciones vertebrales, cicatrices cutáneas y viscerales supondrán un cambio en nuestra postura.

¿Cómo corregir la postura?

Como habrás podido observar, en el organismo todo está conectado e interrelacionado. Para corregir la postura se recomienda realizar un tratamiento osteopático manual global sobre los captores, el mecanismo postural y todos los sistemas implicados.

En Fissalud, basamos la corrección de la postura en un trabajo holístico e interdisciplinar entre Fisioterapeuta – Osteópata, Optometrista, Podólogo, Dentista y Posturólogo entre otros profesionales con el objetivo de equilibrar el eje del cuerpo.

María Luis Fernández Fernández

Fisioterapeuta Osteópata

Colegiada 8037