¿Cuándo debes usar el hielo?

Hay una gran controversia en el uso de hielo tras una lesión traumática; unos profesionales lo recomiendan y otros no. Explicaré el motivo:

Por una parte, los defensores se basan en:

  • Efecto vasoconstrictor del hielo, es decir, reduce temporalmente el calibre de los vasos sanguíneos y con ello la llegada de sangre a la zona. Cuando se produce una inflamación, a través de la sangre llegan unos moduladores de la inflamación, por lo que si se reduce la llegada de sangre a esa zona habrá menos inflamación.
  • Efecto anestésico superficial.

Por otra parte, los detractores se basan en las tres fases del proceso de curación:

  • 1. Inflamación: es la primera respuesta a un trauma. Con la llegada de sangre a la zona se está garantizando el aporte de nutrientes, enzimas y factores de crecimiento para iniciar la recuperación. Igualmente, pone en funcionamiento a los glóbulos blancos para prevenir una posible infección. Si aplicamos hielo estamos reduciendo la cantidad de sangre que llega a la zona y limitando la llegada de todos estos elementos necesarios.
  • 2. Proliferación: es la formación de fibroblastos y mioblastos necesarios para la producción posterior del nuevo tejido conectivo y muscular. Al aplicar el hielo se produce una formación anormal del colágeno y un menor tamaño de las fibras musculares regeneradas.
  • 3. Remodelación: se “modela” el nuevo tejido producido para adoptar la forma y función necesaria. Si en las fases anteriores ha habido carencias, ésta tendrá grandes dificultades para realizarse correctamente.

¿Qué hacemos entonces?

Como podéis ver, ambas posturas son muy lógicas y a la vez muy contrarias. Mi recomendación, como casi siempre, es el término medio. Necesitamos que se produzca correctamente el proceso de curación pero que tampoco que se vea retardado por una inflamación descomunal.

¿Cómo usar el hielo?

De esta forma, recomiendo usar el hielo inmediatamente tras el traumatismo cuando no haya lesión abierta y durante dos días siguiendo esta pauta:

5 minutos de hielo – 10 minutos de descanso – 5 minutos de hielo – 10 minutos de descanso – 5 minutos de hielo. Repetir al menos tres o cuatro veces al día.

Cuidado porque el hielo puede provocar quemaduras por congelación, por lo que nunca se aplicará de forma directa sobre la piel. Puedes usar un cold pack, cubitos de hielo, bolsa de congelados… pero siempre envolviéndolos con un paño para proteger la piel.

¿En qué lesiones aplicar el frío?

Se usará en aquellas que implican una inflamación inmediata como, por ejemplo:

  • Tras un golpe o traumatismo violento.
  • Esguince de tobillo o de cualquier otra articulación.
  • Fascitis plantar en su fase inicial.

En todas las lesiones traumáticas donde no haya fractura ni lesión abierta, independientemente del uso del hielo, mi recomendación es ponerte en manos de Fisioterapeutas y Osteópatas como los que encontrarás en Fissalud (www.fissalud.com), donde las trataremos desde la globalidad y te pondremos en contacto con otros profesionales sanitarios en caso de necesidad. Las férulas, escayolas, muletas e inmovilizaciones de poco sirven más que para retrasar y dificultar la curación.

¿Hasta cuándo podemos aplicar el hielo?

Recomiendo usarlo durante los dos primeros días tras el traumatismo. No tiene mucho sentido aplicarlo más allá del tercer día, ya que no existe el componente inflamatorio. En todo caso, pasados estos días, sólo tendría efecto calmante.

María Luis Fernández Fernández

Fisioterapeuta Osteópata

Colegiada 8037