Mis pacientes me suelen preguntar en la consulta qué y cómo deben comer.

Después de darles toda la información detallada, explicando el porqué, lo que más les llama la atención es que deben comer legumbres tres o cuatro veces por semana, pasta y arroz integrales una vez cada quince días como mucho y reducir el consumo de pan a una ración diaria y que sea de cereal integral. Los conceptos de eliminar el azúcar, la bollería, las bebidas carbonatadas, el alcohol, los precocinados y reducir los lácteos ya está más asimilado y no sorprende tanto.

A raíz de un estudio científico, no subvencionado por ninguna industria alimentaria ni farmacéutica, realizado por la Universidad de Navarra nace el artículo “Arroz, patatas, pasta y pan no deben ser la base de la pirámide”. En él se plasma la evidencia científica sobre la dieta mediterránea y su beneficio para la salud.
En este artículo podemos encontrar afirmaciones tales como:
«El pan blanco es puro almidón que se transforma rápidamente en glucosa, elevaba el riesgo de infarto y de ictus»
 

 
«Las patatas, el arroz, la pasta y el pan blanco no deberían estar nunca en la base de la pirámide alimentaria”.
«No hay galleta sana”.
«Los lácteos: no es imprescindible incluirlos en el patrón dietético ni hay motivos científicos para aconsejar tres raciones al día”.
«Comemos más de lo que necesitamos. El mensaje que nunca aparece es que hay que comer menos. ¿A qué industria alimentaria le puede interesar? Gran parte de la investigación en nutrición en España está financiada por la industria”.
 

 

«¿Qué no es dieta mediterránea?
No lo es la carne, por ejemplo, -la roja y la procesada tienen que quedar fuera-. Ni las bebidas azucaradas. Hay productos exóticos que, aunque puedan ser sanos, no deberían formar parte de la dieta mediterránea, como la quínoa, la soja o el aguacate. Tampoco el cacao soluble o la cerveza. En cuanto a bebidas alcohólicas sí lo sería el vino tinto, consumido como parte del patrón alimentario de las comidas y no como una droga psicoactiva, y sólo recomendable para hombres a partir de 45 años y para mujeres a partir de 55”.
Se han abandonado las legumbres, que contienen unas proteínas de alto valor nutricional, muchos nutrientes de interés y efecto antiinflamatorio.
 

 

Habría que primar legumbres y pescado. Y si comemos carne, que sea de ave. Existe un mito, difundido por los productores de porcino, que dice que la carne de cerdo es carne blanca. Científicamente es una barbaridad.
Es un error reducir todo tipo de grasas porque las hay buenas, como el aceite de oliva y los frutos secos”.
«Las calorías que provienen del aceite de oliva virgen extra son determinantes en la reducción del riesgo de cáncer de mama y de fibrilación auricular”.

 

«No fumar, comer menos y mejor, estar delgado y hacer ejercicio físico sí es medicina preventiva”

 

Tras leer este resumen, ¿te has planteado si te alimentas correctamente? Si deseas más información, puedes leer el artículo completo en:

https://www.diariomedico.com/salud/arroz-patatas-pasta-y-pan-no-deben-ser-la-base-de-la-piramide.html

 

María Luis Fernández Fernández
Fisioterapeuta y osteópata
Colegiada 8037